El digitalismo como nueva forma de contaminación

El digitalismo como nueva forma de contaminación
¿Y tú qué sabes?

Las cosas no son como parecen y, menos aún, como nos hacen creer. Las nuevas tecnologías están asociadas a tamaños minúsculos, grandes velocidades de procesamiento y cada vez menor coste.
Pequeño, rápido y barato. ¿Qué más se puede pedir? !Más información! ¿Los usuarios de las nuevas tecnologías son conscientes de la cantidad de energía que debe generarse para crear algo tan simple
como un ordenador personal? ¿Son conscientes del coste energético que supone fabricar su flamante portatil u ordenador de sobremesa, ipad, iphone, etc..?

Para fabricar un PC de sobremesa con su correspondiente pantalla, se precisan al menos 240 Kg. de combustibles fósiles, 22 Kg. de productos químicos y 1.500 Kg. de agua. En consecuencia, el peso
de combustibles fósiles que se precisa es unas 10 veces el peso del ordenador, mientras que en el caso de productos de tecnologías tradicionales dicha proporción es mucho menor (por ejemplo, de
sólo dos veces en el caso de un automóvil o un frigorífico). Cuanto más pequeño sea el dispositivo y potente sea el dispositivo (móvil, tableta) más consumo energético precisa. Y ello es así porque los dispositivos semiconductores que constituyen básicamente los equipos de alta tecnología, precisan alrededor de 500 veces su peso de combustibles fósiles para su fabricación. Esta desproporción tiene una explicación termodinámica: se parte de materias primas de alta entropía (magnitud física que da la medida de la energía degradada; o sea, la que no puede convertirse en trabajo) para llegar a estructuras altamente organizadas, de extremadamente baja entropía.

Alternativas
Sólo la reutilización de ordenadores desechados puede permitir optimizar las acciones en cada uno de los ámbitos económico, social, medioambiental e ideológico. Sólo mediante la combinación adecuada de ordenadores nuevos y reutilizados podemos incorporar las nuevas tecnologías a nuestra sociedad -a todos los ciudadanos- sin que ello suponga una agresión intolerable al medio ambiente.
Y, al mismo tiempo, dando ejemplo, enviaremos un claro mensaje de cómo el desarrollo es compatible con el respeto a los criterios de sostenibilidad. Finalmente, para la reutilización de material informático es necesaria una industria informática lo que “obligaría” a crear nuevos puestos de trabajo en el país.

¿Software o #SoftPollution?

El despilfarro energético en Internet Enviar o recibir un correo contamina el ambiente. En el apartado del software la situación del despilfarro energético es mucho peor, más que hablar de software lo que podemos haces es reubautizarlo como SoftPollution. Según las cifras publicadas por la misma Google (una de las multinacionales informáticas que más se preocupa por lo que contamina) los datos son escalofriantes: Aproximadamente el consumo de Google es de 2.6 millones de megavatios por hora, es decir, lo que consumen 200.000 hogares. Estos datos de consumo llevados a emisiones de CO2 suponen, según lo publicado en esta nueva web (Google green) que en 2010 el buscador emitió 1,46 millones de toneladas de CO2.

Cada 100 búsquedas que realizamos en Google generan unos 20 gramos de CO2 emitidos a la atmósfera, lo mismo que un portátil funcionando durante una hora; tres días continuos de visualización de vídeos en YouTube generaría unos tres kilos de CO2; y cada usuario de Gmail consumió 2,2kWh, es decir, generó 1,2 kilos de dióxido de carbono.

Los ejemplos que se citan hacen referencia a Google, ahora imaginemos el gasto energético utilizando Twitter, Facebook, etc..

Más que “navegar por Internet” lo que hacemos es lanzar CO2 de forma absurda e incontrolada.

El Spam, asesino de la capa de Ozono

El 78% de los 210 billones de e-mails enviados cada día son spam (correo no deseado). La energía que utiliza anualmente el spam en todo el mundo alcanza los 33.000 millones de kilovatios
hora (kWh) o 33 teravatios hora (TWh), lo que equivale a la electricidad que emplean 2,4 millones de hogares en Estados Unidos y a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de 3,1
millones de automóviles de pasajeros con 7.500 millones de litros de gasolina. España es el responsable del 20% del spam de todo el mundo. Y por si no fuera suficiente con el spam en el correo electrónico, de un tiempo a esta parte surgen nuevas formas de contaminación. De acuerdo con Akismet, empresa de servicios anti spam en los comentarios de las páginas web, el 93% de los comentarios en todos los blogs son spam, y alegan que su servicio detiene 7.5 millones de comentarios spam cada hora. ¿Horrible verdad? Ahora imagina el spam que se produce en redes sociales…

¿Quién manda el spam?
Contrariamente a lo que pudiera parecer no hay un ejercito de trabajadores enviando publicidad a millones de cuentas de correo o dejando comentarios en un blog. Nada más lejos de la realidad, los
mismos usuarios con sus flamantes computadoras sirven para tal fin. Millones de usuarios desconocen que tienen sus ordenadores infectados y que al mismo tiempo que hacen un uso cotidiano e inofensivo de su ordenador, este mismo ordenador también responderá a ordenes dadas por un programa (el mal llamado virus) que convierte a tu querido ordenador en un zombie: una máquina que aunque tú no lo sepas está vomitando miles de e-mails (spam) por Internet.

Los beneficios económicos del spam

Digitalismo=capitalismo globalizado

Un informe publicado por «Journal of Economic Perspectives» ha calculado que los beneficios generados por el «spam», los indeseados correos electrónicos con publicidad, son de 200 millones
de dólares (162 millones de euros), mientras que los gastos ocasionados son de 20.000 millones de dólares (16.200 millones de euros). Es decir, hay una proporción de 100 a 1 entre beneficios
generados y coste causado. Los creadores de «spam» quitan demasiado a la sociedad a cambio de muy poco.

La estrategia empresarial de quienes se enriquecen con este negocio nacido al calor de Internet no puede estar más adaptada al capitalismo globalizado. Es tan sencillo como encontrar el país con
la legislación más permisiva para cada fase del proceso. Así, dado que su objetivo son básicamente versiones de conocidos medicamentos como Viagra, se buscan lugares cuya legislación permita evitar problemas de propiedad intelectual tanto en su fabricación como en el alojamiento de su web. Hablamos de países como Rusia, China, India o Brasil.

Paraísos fiscales y ‘spam’

Del mismo modo, se utilizan los centros financieros offshore (comúnmente conocidos por paraísos fiscales) para realizar el cobro y escapar así a los controles de todo tipo que pudiera haber en el país donde se encuentra el comprador. Por supuesto, el envío por correo no supone ningún problema. Además, se cuenta con que la actividad no será perseguida en la práctica a menos que exista una
denuncia por parte de un comprador que pueda sentirse estafado.

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