Club de usuarios de informática en Internet
Club de usuarios de informática en Internet
Ateneo Informático
Un poco de historia
Este año que termina, 2022, se cumplirán 30 años del Club de Usuarios de Informática y de Ateneo Informático. En el año 1992 fundamos –un informático, un profesor y un psicólogo– Ateneo Informático. El nombre pretendía ser una declaración de principios: aunar tecnología y humanidades. El Ateneo disponía de un local social, articulado a través del Club de Usuarios de la Informática, cuyo objetivo directo era promover el uso de la informática en la sociedad. Los fundadores teníamos dos pasiones comunes: la enseñanza y la informática como herramienta de trabajo multidisciplinar. De este modo, no pretendíamos únicamente que la usuarios aprendiesen a programar o utilizar una hoja de cálculo, no nos interesaba el aprendizaje de la informática por la informática (lo que ahora llaman geeks, forofos de la tecnología), buscábamos un aprendizaje nada sintáctico y, en la medida de lo posible, no conductista.
En aquellos años, un ordenador personal multimedia –con 1.000 veces menos memoria que un móvil actual– podía rondar perfectamente el cuarto de millón de las antiguas pesetas. El socio pagaba una cuota y, de esta manera, tenía derecho a utilizar el espacio del club y el material informático que necesitase y, asimismo, disponía de asistencia técnica, formación y talleres de trabajo, etc., además de, evidentemente, poder utilizar el espacio para sus propios proyectos.
El Club de usuarios de la informática
Inicialmente el club nació como una herramienta complementaria o incluso alternativa a los cursos de formación informática (los cursos además de malos eran caros y, por si fuera poco, la mayoría de los alumnos, al no disponer de ordenador en casa, una vez finalizado el curso no podían practicar y olvidaban todo lo aprendido). Rápidamente observamos que la fórmula era “más que un club” (al estar localizado el club en Barcelona nunca utilizamos la frase como eslogan ;)). Muy pronto descubrimos que el Club era el auténtico motor del Ateneo.
El Ateneo era una declaración de intenciones, pero el club era algo tangible que se adaptaba a la realidad y crecía con los socios.
El que una buena mañana en el club pudieran «tener hora» una ama de casa (aprendiendo Word para hacer su CV, un estudiante de ingeniería (aprendiendo 3D), un disminuido con discapacidades motrices (aprendiendo a programar sin teclado) y un profesional liberal (aprendiendo ofimática) podía derivar de tal manera que el ama de casa descubría su interés por la programación de ordenadores y el profesional liberal por el 3D. Lo que ocurría en realidad era que los usuarios, al no estar pendientes de un curso conductista de informática, podían dedicarse a investigar, ver la utilidad práctica de las herramientas, intercambiar experiencias e ideas… en definitiva, veían y trataban a la informática como un medio (una herramienta) y no como un fin.
Sinergia
Además de romper con algunos moldes aportados por la filosofía del Ateneo (enseñanza multidisciplinar, no conductista, fomentar la experimentación, eliminar miedos, disponer de un local social y material propio, etc.), la palabra clave que aportó el Club de usuarios fue: sinergia («cooperación»). Los socios que más aprendían/sabían podían impartir (de forma remunerada o no) talleres y/o cursos a otros socios. Desde el Ateneo se fomentó la creación de proyectos ideados por los propios usuarios. Proyectos en los que la informática era la herramienta, simple y llanamente. A su vez, el mismo Ateneo ofrecía servicios para empresas que permitían, entre otras cosas, generar recursos para el propio club. Por ejemplo, se alquilaban equipos informáticos a empresas, equipos que, finalizado el alquiler, formaban parte del club de usuarios. A más y mejores equipos, mejores cursos/talleres/seminarios y mejores proyectos que se ponían en marcha entre el club y los socios que lo deseaban. Finalmente, se co-fundaron otros Ateneos (de tipo cooperativa 100%) y clubs (de Mac y de PC) en diversas partes del país.
Toda esa sinergia terminó dando sus frutos, incluso en el mundo profesional o empresarial. Dado que las empresas españolas siempre han sido muy reacias a trabajar como o con cooperativas, estas veían a Ateneo Informático como una marca o nombre comercial y al Club de Usuarios como una empresa de servicios innovadora y vanguardista. De aquella época nació una revista de tirada nacional (Pc Gallery, más tarde Power Gallery) y el Club de Usuarios fue seleccionado por IBM para formar parte de la Junta de Marketing del Opening IBM y lanzar desde ahí su proyecto estrella (OS/2) para ordenadores personales. El Club (de Pc y Mac) llegó a contar con miles de socios por toda España. Antes de la llegada de las www (no confundir con Internet, que tiene la friolera de 40 años) el Ateneo disponía de una BBS con decenas de nodos. Finalmente fuimos proveedores de Internet. Todavía recuerdo una reunión con La Vanguardia en la que estos se reían al ofrecerles la posibilidad de disponer de su propia página web.
El resto es (también) historia, los equipos informáticos comienzan a bajar de precio aumentando sus prestaciones, la informática se implanta poco a poco en la sociedad española y, también poco a poco, comienza a intuirse que el módem era algo más que un aparato dentro de un cajero o una gasolinera. El club pierde su razón de ser y se disuelve:
- Naciendo una empresa proveedora de Internet, Yess.
- Una empresa de formación multimedia, Client Over Server,
- Una editorial de Guías de Enseñanza.
- Una asociación Mueve el Chip!)
Nuevo Club de usuarios de informática (en Internet)
A modo de manifiesto
En las siguientes líneas explicaré los motivos que me llevan a refundar El Club de Usuarios de Informática o, si lo prefieres, Ateneo Informático (aunque llegados hasta aquí, deberías comprender que son dos cosas distintas pero casi complementarias).
El nuevo Club de usuarios nace con la misma vocación que su precursor en el siglo pasado (¡que casposo suena!). Pienso que, hoy por hoy, no se está sacando todo el partido que La Red nos ofrece. Millones de usuarios conectados en España comienzan a ver Internet como una Televisión (como lo que es ahora la Televisión, una mierda) y asumen todo lo que ésta les vierte (vierte de divierte, evidentemente ;)).
Internet, La Red, es mucho más que un conjunto de páginas de cualquier cosa, vídeos y las tan cacareadas redes sociales aderezadas con un buscador omnipresente. Todo esto no es más que la punta del iceberg y, o nos sumergimos un poco, o no veremos más que la punta. De la misma manera que la TV en sus orígenes tenía unas posibilidades infinitas y acabo convirtiéndose en una caja tonta controlada por el gobierno de turno, Internet, La Red, va camino de convertirse en algo mucho peor (las tres C): Controlada, Cara y con CopyRight
Solo unos usuarios con un conocimiento real de la red podrán defender que Internet siga siendo neutra.
Navegar sí, pero ¿adónde?
Los mismos perros con diferentes collares.
Si hace 30 años el problema, en España, eran los precios del material informático, el desconocimiento de la lengua inglesa, el pésimo nivel informático en el mundo educativo, así como el desinterés supino por parte de la administración pública, actualmente se deben añadir más motivos vomitivos (con perdón): los precios más caros de ADSL de toda Europa, el desconocimiento, casi, total sobre el software libre y sus aplicaciones (uno de los grandes motores de Internet y, por tanto, de la revolución digital) lo que, unido a la tendencia actual de convertir a la tecnología en un fin (un producto) y no en una herramienta, nos lleva no a una Red de Redes; más bien a un Salto sin Red.
¿Cómo puede ser que un país cuente con millones de blogs en los que se escribe constantemente y al mismo tiempo también tenga una enciclopedia libre con tan escasas colaboraciones? La gente es capaz de escribir sobre cualquier cosa pero es incapaz de crear y desarrollar conocimiento colaborativo (ojo, no como ocurre en el resto de Occidente, España tiene un nivel de escritos en la wikipedia similares a los de Portugal). ¿No será que estamos, otra vez, matando moscas a cañonazos? ¿No nos estamos dejando algo por el camino? ¿No habremos olvidado la más simple? La unión hace la fuerza.
¿Qué persigue el nuevo Club de Usuarios?
Principalmente, disponer de un espacio libre donde se pueda: Crear, Conocer y Creer.
¿Qué ofrece?
– Espacio web y Club Social (en Web)
– Mucho soporte técnico
– Mucho Software libre
– Mucha experiencia
– Infinidad de sinergias entre sus socios
El club de usuarios no es:
– Una red de blogs
– Una red social
– Una web de formación y soporte
– Un conjunto de canales temáticos y su explotación comercial
El club de Usuarios es la suma de todo eso y bastante más (¡Es la sinergia estúpido!). El objetivo es aportar nuestro byte de silicio para que tanta red social y tanto blog, etc. sirva para algo más. Que semejante potencial de conocimiento, ponga en Red otros cimientos Sociales.
¿Cómo se articula el Club de Usuarios?
Vía web, a partir del portal del Club de Usuarios y todos sus puntos de soporte, pero también cogiendo el teléfono y hablando. La formación y el soporte para lo que quieres hacer es totalmente personalizada (de ahí que no puedan existir cientos de socios).
Número de socios
El número de socios será limitado, no pueden ser muchos, no se trata de que sea un club privado al 100%… es una simple garantía, miles de socios hacen imposible el proyecto. Una vez estabilizado nuestro club -o en paralelo a nuestra actividad- sería ideal promover la creación y/o asociación con otros Clubs de Usuarios.
Para ser socio se deberá abonar una cuota, en función de los servicios que requieras. Debe existir una proporción entre el número máximo de asociados que El Club puede mantener (al menos a corto o medio plazo) y los costes derivados por el mantenimiento y el espacio. El precio medio de la cuota se establece en los 20 euros (en cualquier caso, la cuota máxima mensual no será nunca superior a 30). Se paga por el espacio pero, especialmente, por el compromiso de soporte profesional. La idea es que no existan limitaciones técnicas, que el «socio» pueda preguntar la forma de hacer algo, con el objetivo de que se pueda poner en marcha lo que quieras y no lo que puedas. Debe resultar evidente que para ser socio no requieres conocimientos técnicos, lo importante es que tengas algún proyecto entre manos o, simplemente, quieras navegar con nosotros para aprender al máximo.
Los proyectos
Al darte de alta como socio tienes un espacio (no, no simplemente un espacio web) y un soporte personalizado para montar tus proyectos privados o públicos.
Para ello simplemente debes contarme la idea (desde un blog, hasta una red social sobre arte o una galería de fotos, cualquier cosa que quieras hacer… ¡haz la prueba!). A partir de ahí, montamos todo lo que vayas necesitando y, si lo deseas, se lo enseñamos al resto de socios para recabar su opinión y apoyo, etc.
El objetivo, recuerda, es que puedas crear sin estar condicionado por lo que te ofrecen tus conocimientos y el medio. Tu espacio es autónomo, independiente, pero también dispones de un espacio común para crear sinergias con el resto de socios.
Nuestro trabajo será escucharte, asesorarte y mostrarte todas las posiblidades que el software libre pone a tu disposición. Una vez tomada la elección, nos encargaremos de montar y mantener todo el proyecto.
Asimismo, ayudaremos a crear el mayor número posible de sinergias entre los asociados y La Red.
Costes
Dado que el número de socios es limitado, las cuotas persiguen asegurar que el proyecto pueda funcionar sin sobresaltos. Las baja de un socio permitirá la entrada de otro nuevo. Por otra parte, desde el propio club se estimulará la creación de otros clubs (siguiendo la filosofía del software libre).
Ingresos
El conjunto de espacios de los socios forman un portal o un conjunto de portales con aquellos contenidos públicos que los socios quieren compartir. Un portal con un número de visitas notable tiene un valor económico tangible.
Tu tienda Ecwid
Tal y como está planteado el Club no son necesarios ingresos adicionales para soportarlo y mantenerlo. En cualquier caso, dado que el reparto de costes se hace cooperando, los posibles ingresos se tratarán aplicando las mismas fórmulas.